32 años
35 años
1984
1991
1993
1996
Desde mi expatriación en África en enero de 1985, a los 23 años, me he dedicado al comercio de manera apasionada. Aprendí los entresijos de la compra y venta, como lo haría un auténtico “vendedor de alfombras” en Francia. Mis inicios consistieron en manejar una fábrica de café para exportación y negociar con las valiosas cosechas traídas por las mujeres africanas, lo que me enseñó la virtud de la humildad. En resumen, descubrí que la vida es un constante aprendizaje y que la curiosidad es la mejor herramienta para conocer el mundo.
El gremio cafetalero me llevó a vivir en África y posteriormente en Asia, particularmente en Singapur. En 1992, decidí instalarme de forma permanente en Costa Rica, donde continué con la misma actividad durante dos años antes de tomar un nuevo rumbo. Mirando retrospectivamente, me considero afortunado por haber experimentado en menos de 20 años cuatro culturas tan diversas: europea, africana, asiática y latina. Imagínense, un joven de 22 años saliendo de Mónaco, mi lugar de nacimiento, para embarcarse en una aventura en África, Asia y Latinoamérica.
En los años noventa, junto a un socio, intentamos distribuir productos de panadería sin éxito. Fue entonces cuando el padre de mi socio sugirió explorar el negocio del papel, ya que según él, estaba dominado por una única compañía: Papelera Jaime Grunhaus. Con esta perspectiva, decidimos fundar Papel Depot S.A. Recuerdo vívidamente los primeros días: nuestro primer contenedor en un almacén vacío, nuestra primera secretaria, y los innumerables errores que cometimos. ¡El tiempo ha pasado tan rápido!
Después de cuatro años, dejé la compañía y fundé Cappa S.A, se me ocurrió utilizar cada letra de mi apellido para nombrar la compañía: Compañía Americana de Papeles, Plásticos y Afines. Cada letra tiene su explicación y realmente representa quiénes éramos. Aunque rápidamente nos dimos cuenta de que el mundo del plástico era más vasto que el del papel, decidimos enfocarnos exclusivamente en el papel, pero mantuvimos el nombre. Ahí es donde nos encontramos hoy, más fuertes que nunca. enfocándonos exclusivamente en el papel. Aunque los inicios fueron difíciles, descubrimos oportunidades para competir en precio y calidad, diferenciándonos en el mercado.
